Últimamente escucho y veo más eso
de infantilizar la educación primaria y me da mucho que pensar, porque
cuando hablo con compañeros de Ed. Secundaria o incluso de la universidad me
comentan que cada vez ven más falta de hábitos, de responsabilidad y lo más
importante de un esfuerzo cada vez menor por parte de los alumnos que
años atrás.
No sé si realmente estamos
exigiendo menos, o cada vez somos más padres y madres helicópteros,
siempre encima de ellos, marcando menos límites o límites difusos y
proporcionándoles todo de una manera más fácil, pero…
No marcar límites, no dejar
que prueben, se equivoquen y no exigirles esfuerzo, bajo mi punto de vista, hace
que la sociedad cada vez sea más pobre.
¡Si las utopías son bonitas! pero
las realidades son diferentes, cada etapa tiene sus dificultades y cuando nos
vamos haciendo mayores, las dificultades se acrecientan.
Por lo que cada etapa tiene sus características,
sí, y su desarrollo psicoevolutivo, pero el esfuerzo es innegociable en
cualquier etapa.
Todo esto también tiene que ver
con una falta de educación emocional por parte de una sociedad que nunca ha
sido enseñada.
Sin embargo, nunca es tarde para
aprender y hay mucha gente que deja dosis muy adecuadas de educación emocional.
¡Quitemos los controles y las
pruebas! ¡Que aprendan solo jugando! No vaya a ser que se frustren, y no quiero
decir con eso que está mal una cosa o la otra, sino que a veces hay que caerse
para aprender a levantarse, y nosotros, los adultos, cada uno desde su posición
tenemos que ser esas manos que ayuden y el hombro en el que se apoyen, no ese salvavidas
que dice…
¡Que mi hijo no sufra! ¡Yo lo
hago por ti!
Mal entendida felicidad…
Pues lo dicho, el esfuerzo es
innegociable, también en educación.
1 comentario:
Toda razón. Me parece que esfuerzo y constancia son importantes para conseguir una sociedad más fuerte y preparada para la adversidad.
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